
Este cotilla es Yaki y como veis ya está fuera de la perrera. Ahora a esperar hasta que pueda irse con su nueva familia. Si todo va bién este nene será francés...
La parte triste de esta historia es que Yaki y su dueño van a reencontrarse esta tarde para despedirse. Almenos sabrá que su perro, al que tuvo que renunciar porque no le dejaban tenerlo en casa, no va a morir en la perrera y tendrá una segunda oportunidad.
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