Pilatos pertenecío a un vagabundo pero éste le maltrataba amenudo. Un hombre quiso salvarlo y se lo quitó al sin techo pero Pilatos, como todo perro acostumbrado a vivir en la calle, necesitaba pasear un tiempo a diario pero el señor que lo salvó no podía así que lo abandonó de nuevo. Pilatos dio pena a otro señor, quien lo llevó al veterinario. Estaba sano pero descubrieron que era un abuelito de 12 añazos. Aunque no lo llevó a su casa, algunas veces le dejaba entrar y siempre le dejaba comida y agua.
Las chicas de Arca de Noé lo han llevado a la protectora donde podrá llevar una vida más estable, con los cuidados y mimos necesarios. Y donde podrá optar a ser adoptado.
Pero por ser un viejito nadie pregunta por él y está muy tristeza. No dejemos que muera de tristeza!
No hay comentarios:
Publicar un comentario